La revalorización como concepto fundamental del manejo sostenible de los suelos y de las explotaciones agropecuarias, se trata de convertir un residuo en un potente recurso, un claro ejemplo de economía circular, objetivo de las personas profesionales de la ingeniería agronómica, la producción sostenible y también objetivo del plan de acción del Pacto Verde Europeo, el cual tiene unos objetivos ambientales muy ambiciosos entre los que se encuentra la fertilización, buen estado agronómico de los suelos y establece como meta reducir las pérdidas de nutrientes sin deteriorar la fertilidad del suelo.
Fomentar el reciclaje de los residuos orgánicos es una estrategia fundamental para revalorizarlos, transformándolos en abono orgánico a través del compostaje. Estos residuos orgánicos pueden constituirse en una fuente de carbono y nutrientes óptima para los suelos, aumentando su fertilidad, favoreciendo y mejorando su estructura y por lo tanto su sostenibilidad y longevidad.
Estos residuos, bien gestionados, lejos de ser una fuente de contaminación ambiental, son un input óptimo para la fertilidad de nuestros suelos y su nutrición, que se traduce en una adecuada nutrición de nuestros cultivos a través de ellos.
La utilización del compost como abono orgánico permite mantener un suelo equilibrado, fértil y saludable, incrementando la biodiversidad edáfica equiparable a un pequeño universo bajo tierra. También permite la nutrición y aportes necesarios a los cultivos, consiguiendo, producir alimentos de una manera sostenible ya que se reduce, y se puede llegar a prescindir, de la utilización de abonos químicos de síntesis.