El cultivo de plantas aromáticas puede ser una alternativa sostenible para diversificar la producción agrícola y mejorar la rentabilidad de las explotaciones tradicionales. Con un mercado en transformación, buscando nuevas alternativas de productos, pero siempre en crecimiento tanto a nivel nacional como internacional, las plantas aromáticas no solo ofrecen productos valiosos para la industria alimentaria, farmacéutica y cosmética, sino que también contribuyen a la sostenibilidad de los sistemas agrícolas mediante el uso eficiente de los recursos naturales.
El cultivo de aromáticas promueve el uso de técnicas agrícolas sostenibles con un enfoque en la conservación de los recursos naturales, la biodiversidad y la salud del suelo. Integrar las aromáticas en su sistema productivo mejora ingresos y optimiza los recursos disponibles.
El mercado de cultivos agrícolas de aromáticas en España ha experimentado un crecimiento notable en los últimos años, sobre todo para el cultivo de lavandín, lo que ahora exige otro enfoque en diversificación de especies y productos.
La inversión en tecnología agrícola, nuevas técnicas de cultivo y en la mejora genética de las plantas aromáticas permitirá una mayor productividad y calidad de los cultivos. Además, la adopción de prácticas agrícolas más eficientes y sostenibles, así como la diversificación de cultivos y la integración de aromáticas en sistemas agrícolas más tradicionales, podría mejorar los márgenes de beneficio.
A largo plazo, se espera que el cambio climático influya en los patrones de cultivo. Los agricultores deberán adaptarse a nuevas condiciones climáticas, lo que podría incluir el uso de variedades más resistentes y tecnologías para gestionar la escasez de agua.