INTRODUCCIÓN Y OBJETIVOS
La Estrategia Ebro Resilience y su impacto en el sector agrario, aborda de manera integral la gestión del riesgo de inundaciones, la mejora de los ecosistemas fluviales y el desarrollo de políticas agrícolas sostenibles en el contexto de cambio climático.
Nos encontramos en un momento crucial para el sector agrícola, enfrentando desafíos sin precedentes derivados del cambio climático, entre los que destacan los eventos extremos como las inundaciones. Estos fenómenos no solo afectan la producción agrícola y la seguridad alimentaria, sino que también tienen un impacto significativo en la biodiversidad y los ecosistemas fluviales.
La Estrategia Ebro Resilience propone un enfoque holístico que busca reducir el riesgo de inundaciones, restaurar los ecosistemas fluviales y promover prácticas agrícolas más resilientes y sostenibles. Esta estrategia comprende una serie de acciones coordinadas, entre las que se incluyen la creación de zonas libres de plantaciones en áreas susceptibles a inundaciones, una medida crucial para minimizar los daños en episodios de crecidas y preservar la salud de nuestros ríos.
El Gobierno de Aragón reconoce la importancia de alinear las prácticas agrícolas con los principios de sostenibilidad y resiliencia, ofreciendo ayudas dirigidas a los agricultores que opten por retirar tierra agraria en zonas inundables. Esta medida contribuye a la seguridad de las comunidades rurales, y fomenta la regeneración de los ecosistemas fluviales, un aspecto esencial para la preservación de la biodiversidad y la mitigación del cambio climático.
Además, recientes modificaciones en el Plan Hidrológico Nacional (PHN) refuerzan el compromiso con la conservación de los ecosistemas acuáticos, estableciendo directrices claras para mantener las zonas de policía libres de plantaciones. Este cambio normativo es un paso adelante en la gestión sostenible de nuestros recursos hídricos, asegurando que las prácticas agrícolas se desarrollen en armonía con el entorno natural.